La respuesta es nunca. No existe un escenario cotidiano en el que en el uso habitual del acto de cocinar pueda suponer un riesgo para el usuario o para su entorno.
La placa y su sistema de inducción está testado en numerosas pruebas, de manera constante y regular y no se han encontrado resultados negativos para la salud, por el contrario, todas las medidas y requisitos tomados cumplen con las normativas de la Organización Mundial de la Salud.
Con una utilización normal y siguiendo la información facilitada en el manual de instrucciones, las placas superan los estándares y requisitos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud incluyendo no solo al personal adulto sino también a los niños del entorno.